Psicofonías

(algo así como el blog de Psicobyte)

Enlazando...

Lo malo de estar tan "liadete" es que no tienes tiempo para postear nada a su tiempo. Lo bueno es que, como posteas el último, ya han hablado del tema todos los demás, y tú solo tienes que enlazar sus artículos.

Y es que ya lo ha dicho todo el mundo: Lo dice Draxus, que no se espantó pese a ser un nuevo fichaje, y lo dice Arkangel, que tomó notas y por eso tiene un post bastante detallado.

También habla de ello la Maruja, que se sorprendió de que, pese a las apariencias (y a las malas lenguas), con el blogerío granadino se puede hablar de cualquier cosa. A pesar de que dice Campanilla que "hay que reconocer que los blogueros no somos normales".

Y digo yo que no será para tanto.

TaleQ quiere las fotos, y algunas ya las han puesto por ahí, además de algunos de los antedichos, JJ (incluida una en la que salgo "poco agraciado" y que no enlazo por eso mismo) y Malglam, que no ha sido tan cruel con mi imagen (Es decir, salgo feo en su foto, pero no más de lo que soy por mí mismo).

Y, como dice Thinker en su resumen: A ver para cuando es la próxima... ¿Con barbacoa?

Me pongo al día

Si es que no doy abasto:

Ando un poco liadillo en el trabajo, y no he tenido demasiado tiempo de meter mano por aquí.

Es que no me dán tiempo ni a equivocarme. Pnesaba escribir un post agadeciendo al Obispo Martínez Camino que empiece a salir de las cavernas, cuando la Curia se reune de urgencias para decir que nones, que lo medieval mola.

Qué se le va a hacer.

En Guachinton, el Emperador está siendo coronado de nuevo. Y yo no le he felicitado ni nada. La verdad es que tampoco pensaba hacerlo.

Y, puestos a felicitar, tampoco he felicitado la fiesta del cordero. No sé cuál es la fórmula tradicional para hacerlo, pero "Paz a los hombres de buena voluntad" me parece bastante válida para cualquier circunstancia.

Mi trackback sigue sin funcionar. A pesar de la ayuda prestada por Ark y Campanilla, no tengo ni idea de por donde falla esto. Y no tengo tiempo de mirarlo. Enviar, envío, pero de recibirlos nada...

Y, sin embargo, he recuperado mi PageRank. Ya se me ha pasado la llantina.

En breve haré un viaje a Númenor. No puedo hablar más, ya te comentaré esto con más detalle.

Y eso es todo, que no tengo mucho tiempo.

Tercer (y último) aviso

Apunta en tu agenda para mañana: I Granada XL+ Blogs.

La kedada es mañana, Sábado 22 de Enero del año de Gracia de 2005, a las seis de la tarde, en el Café Ambar.

C/ Martín Bohorquez (Hay un mapa en el Wiki):

Por lo que se vé, viene mucho blogerío, y muchos blogeros nuevos. No faltes.

El mejor post

Te lo aseguro: he estado a punto de hacerlo:

Iba a escribir el mejor post que jamás se haya visto en la blogosfera. Iba a ser divertido sin caer en lo banal, interesante pero sin pedantería, educativo sin ser aburrido.

¡Que gran post iba a ser!

Estimularía la inteligencia y enardecería los sentimientos. Te lo aseguro: Nadie iba a poder leerlo sin que una sonrisa complice acudiera a sus labios, sin que una lágrima emocionada brotara de sus ojos. No podría leerse sin asientir con la cabeza inconscientemente.

Sería, además, inspirador. Los comentarios que se le añadiesen serían aún más inteligentes emocionantes y agudos que el propio post. Llamaría a otros blogeros a escribir sus propias perspectivas en sus bitácoras, provocaría hilos interminables de inteligentes interpretaciones en las news, la gente lo comentaría en las cafeterías, no se hablaría de otra cosa en las calles. Sería tal su éxito que, inauditamente, las televisones no osarían mancillarlo con su infecta verborrea.

Me tiemblan las manos solo de pensar lo maravilloso que iba a ser.

Su influencia se iba a extender por el mundo, como una gota purificadora sobre la noosfera. Ayudaría toda la humanidad a meditar y a replantearse la existencia, a olvidar lo superficial, a concentrarse en lo fundamental. Algún día, en el futuro, alguien señalaría acertadamente el momento de su publicación como el instante en que el mundo cambió y se hizo un poco mejor.

Ha faltado tan poco para lograr algo tan hermoso.

Porque, en el momento de escribirlo, yo no tenía nada que decir. De modo que no he escrito el mejor post de la historia.

Pero, si llego a hacerlo...

Banda Sonora

De pequeño, mi hermano y yo desayunabamos sendos "colacaos" antes de ir al colegio mientras, en la radio, se escuchaba el serial radiofónico "la saga de los porretas".

Mis recuerdos de los desayunos de mi infancia estarán por siempre sonorizados por la voz asmática del abuelo Segismundo.

Por las mañanas de mis veranos en Lanjarón, moscas madrugadoras jugaban a lo que quiera que sea que juegan las moscas, que básicamente consiste en dar vueltas en el aire unas en torno a las otras. La luz (que, como todo el mundo sabe, en las mañanas de verano es mucho más lenta de lo normal) se filtraba por una rendija en la ventana y proyectaba una imagen de cámara oscura sobre el techo. La imagen borrosa e invertida de la carretera era cruzada rápidamente por algún coche o, con más calma, por un viandante matutino con su burro.

Al rato, acababa entrando en escena un esperado chaval con una carretilla, gritando el conocido sonsonete "tooortibollooo" (que es una forma muy alpujarreña de decir "Tortas y bollos" a una potencial clientela ignorante de los peligros del colesterol).

Las mañanas de Lanjarón suenan a "tortibollo" con su particular e inolvidable entonación, y al zumbido de alguna mosca retozona.

De pequeño también tenía un gran camión de bomberos, hecho de lo que hoy se consideraría peligrosísima chapa metálica, lo suficientemente grande para que yo me pudiera encaramar sobre él. Tenía una larga escalera extensible y era rojo. Fabulosamente rojo.

Yo me arrastraba sobre la alfombra y hacía rodar mi gigantesco camión de bomberos (que, según las ocasiones, podia ser tanto eso como un tren o una nave espacial).

En mi memoria, la ventana del salón siempre proyecta un revitalizador abanico de brillante (y sospechosamente irreal) luz veraniega, en el que partículas de polvo se agitan en su mística danza browniana. Y, en el tocadiscos (que es un chisme parecido a un reproductor de CDs, pero con los discos más grandes, llamados "elepés", de vinilo negro brillante), suena Demis Roussos cantando "Adios, mi amor, adios" o "morir al lado de mi amor".

La banda sonora de mi infancia está firmemente anclada en un griego barbudo de inabarcable perímetro. Bién mirado, sería difícil tener un pasado con un referentes musicales de raíces más solidas que esas.

PPCMS 2022