Psicofonías

(algo así como el blog de Psicobyte)

Con las botas puestas

Morir con las botas puestas

En ciertos ambientes, sobre todo el militar y el religioso, morir durante o a causa del desempeño de las propias labores (en el cumplimiento del deber, o con las botas puestas) se considera algo bueno. Incluso, a veces, se le ve como un fin deseable.

Las listas de Martires y Héroes Caídos en Combate abundan en la literatura, pero hoy he decidido ponerte aquí una algo distinta.

La que sigue es una lista (cronológica y no exhaustiva) de científicos, estudiosos y similares muertos en el curso de sus investigaciones o a causa de estas. Como suele suceder con estas cosas, la vida (y en especial la muerte) de muchos de ellos está impregnada de leyenda y, como el romanticismo y la realidad no suelen casar bién, lo más prudente es no tomarse todo esto demasiado en serio (sobre todo en los casos más antiguos).

Arquímedes de Siracusa (212 A.C)

La leyenda de la muerte de Arquímedes es ampliamente conocida, y hay varias versiones ligeramente distintas (Plutarco enumera tres). Aquí pongo la que me parece, al menos hoy en día, la más "canónica".

Pese al resistencia de Siracusa ante las tropas romanas (En la cual, según se dice), las máquinas de Arquímedes habrían tenido un importante papel), la ciudad acabó por ser tomada.

Dicen que el general romano Marcelo, admirado por las extrañas armas que había visto, había dado orden de respetar la vida del hombre que las ideó.

Pero Arquímedes estaba enfrascado en un problema geométrico, y ni siquiera se había dado cuenta de que la ciudad había sido tomada. Cuando un soldado romano llegó a casa de Arquímedes, se lo encontró en el suelo, dibujando figuras geométricas sobre la arena. Cuando el soldado se le acercó ordenándole que lo siguiera, Arqímedes le ordenó detenerse diciendo "Noli turbare circulos meos" (No molestes mis círculos). El consiguiente cabreo del indignado soldado le costó la vida a Arquímedes el año 212 antes de Cristo.

Plinio el Viejo (79 A.D)

Cayo Plinio Cecilio Segundo, más conocodo por Plinio el Viejo, es el autor de los 37 libros de la "Naturalis Historia", que fué usada durante siglos como obra de referencia.

Según nos dejó registrado su sobrino (Plinio el Joven), cuando el 24 de agosto del año 79 el Vesubio entró en erupción, Cayo Plinio, movido por su insaciable curiosidad y el deseo de ayudar a sus amigos, se dirigió a la bahía de nápoles. El humo, las cenizas y el calor acabaron con su vida.

Plinio el Viejo nunca pudo hacer la descripción de la erupción, tarea de la que se ocupó su sobrino.

Hipatia de Alejandría (415 A.D)

Filósofa, astrónoma y matemática (Se la considera inventora del astrolabio), la fama de la neoplatónica Hipatia de Alejandría se había extendido por todo el mundo grecoromano. Por lo que sabemos, fué la última directora del Museo de Alejandría, institución educativa heredera de la famosa Biblioteca fundada por Tolomeo, y la primera mujer que enseñó matemáticas.

Pero Hipatia vivió una época demasiado convulsa en lo político y religioso, y enseñar filosofía (Y Platón en especial) estaba muy mal visto por los cristianos, que la acusaron de paganismo, burjería y satanismo. De modo que, en el año 415 de nuestra era, fué torturada, asesinada y descuartizada por una turba de cristianos (probablemente monjes de la iglesia de San Cirilo de Jerusalén, espoleados por el obispo de Constantinopla) que pretendía así liberar al mundo de una idólatra más. Con ella murió también, incendiado, el Museo de Alejandría.

Paolo Guidotti (1559)

Según se cuenta, en 1559 un pintor italiano llamado Paolo Guidotti consiguó volar con un ingenio hecho a base de piel de ballena y plumas. En uno de esos vuelos, dicen, se rompió el fémur, lo que acabó causándole la muerte.

Sea o no cierta la historia de Guidotti, la verdad es que el nacimiento de la aeronáutica se llevó por delante a algunos de sus fundadores. Aquí te enumeraré solo a los siguientes a modo de ejemplo, aunque hay muchos más:

Vincent DeGroof: Se estrelló, en 1874, al perder el control de su planeador.

Otto Lilienthal: Dicen de este fanático de los planeadores que, despues de que su aparato se estrellase contra el suelo en 1896 rompíendole la columna vertebral y matándole, sus última palabras fueron "¡Es necesario que haya sacrificios!".

Percy Sinclair Pilcher: Otro que murió cuando su planeador se estrelló, en 1899.

Giordano Bruno (1600 A.D)

No pensaba poner a Bruno en esta lista, porque no murió exacamente por su trabajo científico, sino más bién por "conflictos teológicos". Lo hago a pesar de todo por su innegable valor icónico.

Giordano Bruno se hizo desde un principio seguidor del modelo copernicano del universo (en el que el Sol estaba en su centro, con la Tierra girando a su alrededor) lo que ya de por sí le habría creado problemas con la Iglesia. Pero Bruno "amplió" esta idea, llegando a decir absurdos tales como que las estrellas podían ser también otros soles con sus propios planetas alrededor. Esto, que puede parecer una tontería, llevaba a Bruno a conclusiones tales como que en esos planetas podía haber otras humanidades, lo que tenía como consecuencia la existencia de otros "Adanes y Evas" e incluso otros Cristos.

Esto fué demasiado para el Papa Clemente VIII, que primero mandó a la hoguera sus libros y después hizo lo mismo con el propio Bruno.

Francis Bacon (1626)

El que está reputado como padre del método experimental (Aunque en realidad la Inducción Baconiana no es exactamente lo mismo) insistió siempre en que hay que observar y experimentar los fenómenos para comprenderlos.

Esta forma de pensar y su espíritu práctico le llevaron un frío día de invierno a salir al campo a investigar los efectos del frío en la conservación de los alimentos.

Su idea era rellenar un pollo de nieve y comprobar si esto ralentizaba su putrefacción. Desafortunadamente, el frío que iba a conservar ese pollo acabó con él: Murió de una bronquitis por el frío de ese día.

Georg Wilhelm Richmann (1753)

Físico y astrónomo la Academia Imperial de Ciencias de San Petersburgo, fué "canonizado" como el primer mártir de la electricidad.

Un día de tormenta de 1753 salió a replicar el experimento de la cometa de Franklin intentando "atrapar los rayos" en su botella de Leyden (un primitivo condensador), pero no tuvo su misma suerte (Franklin tuvo mucha suerte) y muró electrocutado por un rayo.

Ignaz Phillipp Semmelweis (1865)

Mi especial agradecimiento a Campanilla, por recordarme la existencia de este tipo

En el hospital de Viena donde Ignaz Phillipp Semmelweis trabajaba a mediados del siglo XIX, un alto porcentaje de parturientas morían de la llamada "fiebre puerperal". Semmelweis descubrió que la proporción era mucho más alta cuando se atendía un parto justo después dee haber asistido a las prácticas de anatomía con cadáveres. De ello Semmelweis dedujo que había algún tipo de contaminación de los cadáveres que afectaba a las parturientas (No olvides que aún no se había descubierto la relacción entre microbios y enfermedades). Cunado los cirujanos comenzaron a lavarse las manos antes de atender a los embarazos, la proporción de complicaciones y muertes en los partos se redujo drásticamente.

Pero, a pesar de todo, muchos de sus colegas dudaban de su teoría y ridiculizaban a su autor, despreciando sus técnicas. Semmelweis, por su parte, no era un tipo demasiado estable mentalmente. Escribió un libro acusando a sus detractores de genocidas y tuvo más de una "escenita" en el quirófano. En la última de estas, introdujo sus manos en el cuerpo abierto de un cadaver para luego hacerse una incisión en un dedo.

Aunque el caso no parece estar claro, según muchos autores lo hizo deliberadamente, para demostrar cómo se transmitía la infección. Si esto es cierto hay que decir que la cosa funcionó, porque Semmelweis murió semanas más tarde con los mismos síntomas de sus parturientas.

Alexander Bogdanov (1928)

Médico, filósofo, economista y activo bolchevique, Bogdanov es, en ralidad, el pseudónimo de Alexander Alexándrovich Malinovski que, desde Desde 1926 hasta su muerte, fué director del Instituto para la Transfusión de Sangre. Materialista y empirista hasta la médula, murió experimentando una transfusión consigo mismo, al recibir sangre contaminada de un donante infectado.

Alfred Wegener (1930)

El geólogo y meteorólogo Wegener fué el padre de la tectónica de placas y el culpable de que hoy día pensemos en los continentes como inmensas masas de tierra en movimiento, pero también el autor de un importante (aunque menos conocido) trabajo sobre dinámica atmotférica y, lo que viene más al caso ahora, los vientos en las regiones polares.

Cuando se dirigía a una estación meteorológica en Groenlandia, una tormenta hizo retroceder a la mayor parte de los miembros de su equipo, pero no al propio Wegener, que no estaba dispuesto a abandonar a los que les esperaban allí. A pesar del frío y lo duro de las condiciones climáticas, Wegener y el único ayudante que había accedido a acompañarle consiguieron llegar a la estación (Tardaron cinco semanas en llegar).

Parece que la dura travesía no había amedrentado al geólogo, porque se empeñó en iniciar el regreso al día siguiente.

Nunca lo consiguó. El verano sigueinte encontraron su cuerpo congelado.

Marie Curie (1934)

Codescubridora del Radio junto con su marido Pierre, dos veces premio Nobel por ello y por sus investigaciones sobre la radioactividad, durante la guerra ayudó en las tareas médicas con sus aparatos de Rayos X.

Todos esos años trabajando con materiales radiactivos le produjeron una leucemia que acabaría por causarle la muerte.

Dian Fossey (1985)

Fossey es, sin duda, una de las más famosa biólogas y etólogas del mundo. Dedicó su vida al estudio de los gorilas de montaña, convirtiendo su centro de investigación de Karisoke (Ruanda) en la referencia mundial para el estudio de estos animales. Llegó a conocer sus gorilas tan a fondo, que consiguió ser aceptada como "miembro de la familia" en varios de sus grupos.

Su vida, su trabajo, su defensa de los gorilas y su valor como icono le granjearon peligrosos enemigos entre los cazadores furtivos, a los que se atribuye su asesintato a machetazos, en 1985.

PPCMS 2022