Ya te he comentado alguna vez que soy un pervertido. Esto, añadido a que siento cierta horrorizada atracción por la estética más "kitsch", hace que me fascine aquel viejo "porno soft" de peinados imposibles y estrellas-tapando-los-pezones. Este post va, precisamente, de eso.
Los setenta en España son sinónimo de "transición", "democracia", "apertura" y otro montón de términos igualmente grandilocuentes.
En un tono algo menos fatuo, los setenta también significaron "destape".
Un paÃs donde mostrar una rodilla en televisión podÃa causar un escándalo pasó, de la noche a la mañana, a no poder rodar una pelÃcula si que apareciesen, al menos, tres tetas y media por cada dos planos. A decir de algunos, España se convirtió en un paÃs de pervertidos. En realidad, seguÃan siendo igual de pervertidos que antes, pero ya no tenÃan que viajar a Francia para ver pornografÃa.
El caso es que, para bién o para mal, eso también forma parte de nuestra historia.
Para los amantes del diseño setentero más "kitsch", Beltza Records, un sello discográfico alternativo de Donostia tiene un set de flickr con una deliciosa colección de carteles españoles de pelÃculas pornográficas de los setenta.
El mejor es, sin duda, el de "Fiebre del Disco", aunque hay que resaltar también el refinamiento de la producción patria, con el discreto tÃtulo de "Esas chicas tan pu..." (Y subtitulada "las cachondas chicas del amor al contado"), a nuestras glotras nacionales, como Barbara Rey en "Puerco Mundo" o a la revisión de nuestros eternos mutos culturales, con "Las eróticas aventuras de Don Quijote (en sensuales COLORES)".
No puede faltar en una colección tan selecta clásicos del porno como la( tan famosa como aburrida) "Historia de O" o el "CalÃgula" de Tino Brass.
Si esta colección te ha sabido a poco, tenen otra (pero esta vez en inglés) en X-Rated Collection, con clásicos como "Debbie Does Dallas".
¿No resulta encantador?
Debo estas dos galerÃas a Posterwire.com, estupenda página dedicada a carteles de cine que descubrà por medio de la impagable Petite Claudine. ¿Cómo? ¿Nunca te he recomendado el blog de la Petite Claudine? Pues ahora te recomiendo el blog de la Petite Claudine.