Mi ciudad (en realidad, sospecho que es todo mi paÃs) se hace a veces extraño a los forasteros.
Si yo tuviese la intención de deshacerme de un cadáver, no usarÃa ácidos, motosierras ni todo ese tipo de cosas tan engorrosas e incómodas.
Yo vestirÃa el cuerpo con un uniforme de miliciano y lo dejarÃa tirado en la Plaza de las Pasiegas, frente al Ayuntamiento o en la puerta de los Juzgados.
Las Autoridades (asÃ, con mayúscula), verÃan el uniforme de mi vÃctima, y correrÃan a apartar el cuerpo y ponerlo fuera de la vista, donde no molestase y, a ser posible, fuera olvidado lo antes posible.
Porque mi ciudad (en realidad, sospecho que es todo mi paÃs) tiene un problema psicológico con esos temas.
Verás: La televisión nos tiene muy mal acostumbrados. Pon, por ejemplo, CSI.
En esa serie ves cómo la policÃa (o quién sea) encuentra uno o más cadáveres (o fragmentos, o indicios). Entonces llaman al Grissom (o al que corresponda), que se pone a investigar y (como es televisión), acaba descubriendo cómo murió esa gente, quién fue, y todas esas cosas. Luego vendrán los juicios etc.
Aquà las cosas son distintas.
Aquà un tipo se encuentra una fosa llena de cadáveres, o hay otra que todo el mundo sabe/sospecha que está ahà y, en vez de llamar al Grissom de turno (que aquà se llamarÃa Rodriguez), dicen "Es de la Guerra Civil, no removamos eso", y no se hace nada.
Hazte la imagen mental, porque es un tanto surrealista: Montones de cadáveres por ahà diseminados, y todos tratan de olvidarlos y mirar para otro lado porque se supone que son de la Guerra Civil, y se supone que eso es un tema tabú.
En la transición del Nacionalcatolicismo a la Democracia, se decidió que a los criminales de guerra o de la represión posterior no se les perseguirÃa ni se les juzgarÃa.
Eso es lo que el Cardenal Rouco llamó "el espÃritu de reconciliación" que presidió la transición.
A mÃ, lo de "espÃritu de reconciliación" me suena bastante bucólico. Uno casi puede imaginar una escena de la época, con Carrillo y Arias Navarro corriendo de la mano por una pradera florida, murmurándose un "pelillos a la mar" entre sonrisas enamoradas.
De banda sonora, dudo entre "Imagine" y "When a man loves a woman".
Claro, no hubo tal escena.
El supuesto "espÃritu de reconciliación" deberÃa llamarse mejor "acojone generalizado".
Cuando, en esa época, tenÃas a los militares a punto de sacar los tanques a la calle con la expresa intención de mandarlo todo a tomar por culo otra vez, habÃa cosas que no se podÃan hacer.
Porque treinta años mas tarde es fácil decir qué debÃan haber hecho y qué no, pero entonces las cosas se veÃan muy distintas.
Acércate tú al hijo de puta de las gafas de sol y las metralletas, que está deseando dar un golpe de estado con sus amiguitos, y dile que lo vas a juzgar por sus crÃmenes. HabrÃas hecho una transición, pero entre los estados de vivo y muerto. También habrÃa sido breve.
Eso si no te pillaban antes los cabrones de "Cristo Rey" o "la Triple A" (Alianza Apostólica Anticomunista).
Asà que, lo de "espÃritu de reconciliación" es bastante subjetivo.
Pero, lo llamemos como lo llamemos, el caso es que a los asesinos del Franquismo se les perdonaron sus pecadillos, y con la ley española en la mano no se les puede perseguir por ello.
Además, para qué nos vamos a engañar: Muchos de ellos ya han muerto, y no se puede llevar a un muerto a un tribunal. Ya olÃan mal cuando estaban vivos, imagÃnate ahora.
Pero, estarás pensando, una cosa es que no puedas condenar a esos malnacidos, y otra muy distinta que ni siquiera te molestes en investigar cualquier crimen que, supuestamente, sea cosa suya.
Lo normal, supondrás, es que se investiguen todos los posibles asesinatos, y ya se verá quién es el culpable y qué se hace en cada caso conforme a la ley.
Y aquà entramos en el meollo de todo el asunto.
Porque algunos de esos cabrones pueden seguir por ahà tan campantes y, en cualquier caso, sus herederos (tanto literales como intelectuales) sà que siguen.
Y muchos de ellos están muy bien posicionados polÃtica o económicamente. Y no tienen interés en que nadie vaya tocándoles las pelotas por unos muertecitos de nada, que además eran unos rojos y unos masones.
Llámame malpensado (o "cristofóbico", que ahora está de moda), pero a muy poca gente le sorprende que la Iglesia Católica, que vio el alzamiento de Franco como una "Cruzada" y una "una lucha de los sin Dios [la República] contra la verdadera España, contra la religión católica [los golpistas]" (Eso no lo digo yo, que lo dijo nada menos que Su Eminencia el Cardenal primado Isidro Gomá) diga ahora que hay que "saber olvidar" .
El caso es que, cada vez que se habla de eso que hemos dado en llamar "Memoria Histórica" (que básicamente consiste en descubrir quienes son esos tipos anónimos enterrados en las fosas comunes que puntean toda España), se empiezan a escuchar los gritos indignados de todos aquellos a los que esto les resulta inadmisible. Generalmente, el ruido viene del lado derecho.
Pero, insisto, no es que se opongan a que se castigue a los culpables (que también se oponen), si no que ni tan siquiera quieren permitir que se investigue quienes fueron esos culpables ni sus vÃctimas.
Porque esa es otra: Si, en televisión, llega un tipo al poli de turno a decirle que es mejor que no investigue un crimen, lo normal es que dicho policÃa sospeche inmediatamente que el tipo en cuestión no debe estar muy limpio. A mÃ, al menos, me parece bastante lógico.
Y asà seguimos. Con campos sembrados de cadáveres que todos parecen querer ignorar.
Todo esto suena un poco surrealista, pero es que mi ciudad (en realidad, sospecho que es todo mi paÃs), a veces es asÃ: un poco surrealista.