Interlocutor: Pero, si no te pagan ni nada de eso ¿Tú qué ganas con escribir un blog?
Psicobyte: EgorÃas.
Interlocutor: ¿Y eso qué es?
El término "egorÃa" para designar la unidad de medida del ego es bastante popular en el bloguerÃo y fué propuesto, al parecer, por Javi Cantero (el link no parece funcionar), aunque el que más lo ha popularizado ha sido Fernando Tricas.
Pese a lo extendido del término, se echa en falta algún estudio detallado del asunto y sus implicaciones. Mientras este aparece, aquà tienes una pequeña introducción a la teorÃa de la egologÃa:
La egorÃa (eg. en el SI) es la unidad fundamental del ego. Es una magnitud escalar, y se define como la cantidad de ego necesaria para mirar a un gato a los ojos durante durante seis segundos (aunque estas mediciones deben ser hechas muy cuidadosamente, porque pueden estar falseadas por los efectos de, por ejemplo, la fuerza de voluntad).
Hay muchos modos de aportar egorÃas a un sistema. Los sistemas militares, por ejemplo, hacen un uso extensivo de medallas y adminÃculos similares que, por estar sometidos a stándares muy definidos, llegan a tener una precisión admirable.
Además, la cantidad de egorÃas que un sistema necesita para desarrollar un trabajo depende de múltiples variables.
En un hospital, un estudiante de medicina necesita llevar continuamente el estetoscopio al cuello sólo para poder moverse. Sin él no tiene las egorÃas necesarias para la menor actividad. Un médico con la suficiente experiencia no necesita siquiera llevar la bata blanca.
Aunque hay muchas cosas que afectan a las egorÃas (salir en la prensa, que tu novia te deje por culpa del blog, recibir un mensaje alienÃgena en tu cuenta gmail, que la gente te reconozca por la calle), para un bloguero hay tres parámetros egogénicos fundamentales: Los comentarios, las visitas y los enlaces.
Los comentarios son el medio más visible y, a la vez, el más complejo, por el que se afecta a la egometrÃa de un blog.
En términos generales, según el "modelo estándar" de la egologÃa de partÃculas, los comentarios están constituidos por tres "cuartillos" (que se combinan por reglas sofisticadas aunque muy definidas) que pueden tener uno de entre tres "Sabores" según su intencionalidad:
Además, tienen la propiedad conocida como "Color" (que no es un color en realidad, claro), según el peso en bytes.
Y, por último, poseen una propiedad llamada "Espina", que indica la gradación entre su relevancia y su cantidad de faltas de ortografÃa:
Todo cuartillo tiene un sabor, un color y una espina determinadas, y las propiedades del comentario provendrán de la combinación de sus tres cuatillos.
Para que te hagas una idea, el comentario de publicidad tÃpica (llamado "Spamón") está formado por un cuartillo Adulación y dos cuartillos Propaganda. Por ejemplo:
Me gusta mucho esta página.
Creo que podrÃas estar interesado en visitar mi web xxx.xxx
En ella encontrarás despampanantes señoras carentes de ropa y modestia.
Del mismo modo, el comentario de un troll (comentario llamado "Peleón"), está formado por un cuartillo Debate, uno Propaganda y un Antiadulación (el anticuartillo de Adulación).
La forma en que se afectan unos a otros los comentarios es tan compleja, y está sometida a tantas interacciones que, cuando la TeorÃa de Redes demostró no tener potencia explicativa suficiente, hubo que desarrollar la TeorÃa de Superredes.
La TeorÃa de Superredes es un tema difÃcil y peliagudo que no pienso detallar. Baste decir que sus opositores atacan sobre todo el que, en teorÃa, esas Superredes necesitan de doce dimensiones y media para existir. Sus defensores aducen que esas dimensiones existen, pero que están apretadamente plegadas en los instersticios de los formularios web.
En principio, los comentarios con carga de spam (como Spamones, Visitones y Pokerones) no afectan a las egorÃas (son egóricamente neutros), los comentarios crÃticos (como Peleones y Recriminiones) afectan negativamente y los post laudatorios (como Aduladones, Respetuones y Guayones) afectan positivamente.
Pero eso solo es cierto en parte. Porque depende mucho de quién escriba el comentario y de los comentarios que haya escrito antes (y, en realidad, de muchos otros factores). Un comentario crÃtico escrito por alguien que suele resultar adulador puede producir un fuerte descenso de egorÃas, mientras que el comentario de claudicación de un troll (que existe en teorÃa, aunque nunca se ha verificado experimentalmente) puede disparar el incremento egométrico.
Como todo el mundo sabe, las visitas son el aporte más directo y constante de egorÃas. Pero, contrariamente a lo que suelen creer los legos en la materia, no se trata de una relación directa "más visitas, más egorÃas" (cosa que, por razones que no voy a explicar aquÃ, contravendrÃa el segundo principio de la termodinámica).
Ya en 1948, el egómetra Andrés Celso demostró que, en realidad, es el incremento de visitas lo que aumenta las egorÃas (rebatiendo de paso el viejo concepto del "egoristo"). Dicho de un modo simple (aunque no del todo correcto): Por muchas visitas que tengas, si no son más que ayer, no hay aporte de egorÃas. Si sà hay ese aumento de visitas, entonces aumentarán las egorÃas. Si, por el contrario, hay menos visitas, habrá una pérdida de egorÃas.
Esta reducción puede ser fatal para un blog. Muchos han cerrado por falta de las egorÃas mÃnimas (masa de Plonk) que impulsen su mantenimiento.
Un hiperenlace siempre transmite egorÃas desde el blog enlazante al enlazado. El potencial de transferencia de egorÃas a través de un enlace es igual a la Constante Transferencia Universal (K), elevada a la diferencia egométrica entre el enlazante y el enlazado.
La Constante Transferencia Universal (también conocida como constante de Boltz) se obtubo experimentalmente, en una famosa serie de trabajos que la universidad de Miskatonic efectuó sobre una población controlada de 176 blogs alojados en Blogalia (cuando no se les caÃa el servidor). Se define como la cantidad de egorÃas transmitidas en un enlace entre blogs con masas egométricas iguales.
De modo que no es lo mismo que te enlace un piltrafilla como yo a que lo haga alguien como Escolar. En el segundo caso, las egorÃas recibidas son mucho mayores. Además recibirás más cuanto menor sea tu propia masa egométrica.
Los dispositivos más conocidos para medir este factor son la escala "PageRank" del egómetro Google y la tabla egométrica de Technorati.
El efecto históricamente más conocido de las egorÃas es el incremento de masa. Fué registrado por primera vez por Antoine-Marie de Laurent en 1771, aunque es un hecho popularmete conocido desde mucho antes (por eso decimos "hincharse de orgullo" o "ponerse ancho" cuando nuestro nivel de egorÃas sube).
Pero, según la Hipótesis del Colapso, enunciada por el famoso ególogo teórico Chandranujan, la transferencia de egorÃas tiene un lÃmite superior (llamado "lÃmite de Chandranujan"), en el que el incremento de masa provocarÃa un colapso, creando un agujero negro.
Los astroególogos Steven Hopkins y Roger Penhouse demostrarÃan posteriormente que un agujero negro (al menos, si no tiene pelo) no puede absorver egorÃas, porque las emite en forma de radiación en su horizonte de sucesos (lo que les llevó a decir que "un agujero negro no es tan negro como parece").
Por otro lado, un blog que tenga una cantidad determinada de egorÃas adopta una fuerza egostática proporcional a esta cantidad (Como enunció el ególogo alemán Leyden Bottle: "EgorÃas atraen a egorÃas"), lo que explica la habitual disposición blogeril en forma de ley de potencias que toman casi todos los parámetros relacionados.
La egometrÃa es una ciencia muy nueva y con un amplio campo de estudio en su horizonte. Por ejemplo, un estudio de campo efectuado en 2003 sobre una población de 163 ciclistas varones zurdos reavivó el viejo debate sobre el lÃmite de Chandranujan.
Según se deduce del controvertido estudio, una joven sexualmente atractiva que mire a un varón con mirada lúbrica (en el estudio se usa la expresión "ojos viciosillos") provoca una aumento repentino del nivel de egorÃas que parece decuplicar el lÃmite de Chandranujan, lo que echarÃa por tierra la Hipótesis del Colapso.
Es evidente pero, como siempre aparece algún despistado, lo aviso:
Todo este texto no es más que una broma.
una coña
Un humor
Que no es de verdad, vamos.