Psicofonías

(algo así como el blog de Psicobyte)

Parejas

Una pareja puede serlo para un baile o una partida de Mus (para una de poker es preferible un trío o, si es posible, una escalera de color). También para una cena o para una noche de regocijo carnal (o de tedio carnal, que también pasa).

Para una competición de tenis por parejas o para el intercambio (de parejas, no de tenis) hacen falta, al menos, dos (parejas de nuevo, no competiciones).

La de la Guardia Civil es una pareja clásica, mientras que la pareja de solipsistas es bastante más inusual.

Las parejas de sucidas, como los duelos de pistoleros, duran hasta que la muerte los separa pero, en general y hablando en valores absolutos, la sensatez sugiere que una pareja no debería durar demasiado si se quiere conservar la salud mental. Digamos no más de tres meses. Máximo seis en los casos más extremos.

Todo lo demás es Síndrome de Estocolmo.

Toda esta sarta de sandeces es para recordarme a mí mismo (y dejar aquí registrado) que ya hace tres años que Li y yo somos una pareja.

Nieve

Acaba de empezar a nevar en Granada.

Si fuera otro lugar, decir "nevar" sería forzar el lenguaje. Lo que quiero decir es que han empezado a caer algunos copos de nieve que se derriten en cuanto tocan el suelo.

Me he cruzado con un tipo que exclamaba "¡La vin, que nevazo!".

Como por aquí no estamos demasiado acostumbrados a enfrentarnos a este tipo de meteoros, la reacción de los granadinos ante la nieve seguramente chocará a los forasteros:

La gente se pone nerviosa y comienza a mirar a su alrededor, intentando descubrir si los demás también están viendo lo mismo. Cuando llegan a la conclusión de que no es ninguna clase de ilusión óptica, aceleran el paso y agachan la cabeza, escondiéndola entre los hombros. Pero todos con una sonrisa de oreja a oreja.

Por cierto: En lo que he tardado en escribir esto, ya ha parado de nevar.

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