¡Dios santo! ¡Son casi un millar! ¿Está diciéndome que morirán todos?
El suministro eléctrico hacÃa minutos que habÃa fallado, y más de la mitad de los generadores de emergencia no respondÃan. El director del hospital, sentado tras su amplio escritorio, trataba de pensar racionalmente en medio de todo aquel caos.
-¿El resto de pacientes han sido trasladados a áreas con suministro?
-SÃ. -respondió el técnico de mantenimiento estudiando sus notas- Afortunadamente, el fallo se ha dado principalmente en los laboratorios. Un par de quirófanos se han visto afectados, pero no eran operaciones graves. Las máquinas de diálisis tienen su propio sistema de alimentación independiente. Una de las salas de observación ha fallado, pero habÃa sitio en las otras tres y no ha habido mayores dificultades. Ha habido problemas en otras secciones, pero sólo en esa tenemos algo realmente grave. Como usted bien sabe, no podemos desplazar a esos pacientes.
El director pensaba con todas sus fuerzas. DebÃa haber alguna forma de reponer el suministro en esa sección, de salvar esos pacientes. Una idea cruzó su mente, iluminando su rostro.
-¿No podrÃamos desviar la energÃa desde otra sala?
-Es posible que... -El técnico comenzó a desplegar un plano sobre el escritorio. Cuando el director vio que trataba cuidadosamente de hacerse un espacio sobre la mesa, barrió toda la superficie con su brazo, arrojando al suelo una lluvia de clips, bolÃgrafos, pisapapeles y documentos.
- PodrÃamos cortar aquà y aquà -DecÃa el técnico mientras iba señalando puntos sobre el plano- y desde aquà traer una lÃnea por esta pared... HabrÃa que hacer un agujero, claro... Pero tenemos el suficiente cable si partimos de esta toma...
Mientras escuchaba, el director seguÃa contando los minutos mentalmente. -¡No importa la pared! ¿Puede hacerse o no?
-SÃ, creo que podemos, pero eso dejarÃa esta otra sala sin suministro.
El director miró el lugar que señalaba. -¡Pero eso son las incubadoras!
-SÃ, me temo que no podemos hacerlo desde otro sitio.
-¿PodrÃamos conectar esas seis incubadoras en algún otro lugar?
-Imposible. Están fijas y son demasiado grandes. Ese modelo no puede desplazarse.
-Hay media docena de niños allà ¡Morirán!
La voz del técnico temblaba cuando respondió -Señor, yo no puedo hacer nada más. Bien sabe Dios que no quiero esa responsabilidad. La decisión está en sus manos.
Demasiado a menudo, un director de hospital tiene que tomar decisiones duras, que marcan la lÃnea entre la vida y la muerte. Pero ahora eran niños. Seis niños prematuros que morirÃan si desviaban el suministro. Pero, si no lo hacÃan, serÃan muchos cientos, casi un millar de vidas inocentes.
-Está bien. Háganlo.
Cuando el técnico salió, el director se derrumbó sobre su escritorio. SabÃa que habÃa tomado la decisión correcta: Seis vidas a cambio de casi un millar. Pero también sabÃa que la culpa que sentÃa ahora no le abandonarÃa jamás.
Cuando le informaron de que habÃan efectuado la conexión, y como una especie de acto de expiación, se obligó a sà mismo a bajar a la sala de incubadoras, a acompañar a aquellos niños en sus últimos minutos.
Se deshizo de las enfermeras que trataban inútilmente de ayudar en algo y entró solo.
La sala estaba completamente a oscuras. Algunos de los niños que tenÃan suficientes fuerzas habÃan comenzado a llorar, arrastrando a otros a acompañarles en un coro demencial.
El director permanecÃa allÃ, entre ellos, llorando con ellos.
Esperó mientras los llantos de los niños se iban acallando en un silencio de muerte, hasta que sólo se escuchaba el suyo, y salió.
Probablemente está serÃa la decisión más dura de toda su vida, pero sabÃa que habÃa hecho lo correcto.
Secándose las lágrimas, caminó hasta la sala de al lado, huyendo de la visión de la muerte y buscando ánimos en las vidas que habÃa salvado.
Cuando entró, sus dudas desaparecieron como por ensalmo al contemplar su obra.
Frente a él, y gracias a la energÃa sustraÃda a las incubadoras, un frigorÃfico mantenÃa con vida casi un millar de óvulos fecundados. Casi un millar de inocentes salvados por el sacrificio de sólo seis.
Casi un millar de vidas.