Conocà al Viajero en el Tiempo una noche en un chringuito de Motril. DecÃa que le gustaba ir allà de vez en cuando porque, por una improbable confluencia de acontecimientos, el mejor botellÃn de tercio de cerveza pilsen que jamás se hubiese manufacturado en toda la historia habÃa ido a parar allà esa misma tarde. De modo que, según afirmaba, siempre iba allà a la misma hora del mismo dÃa y pedÃa la misma cerveza. AñadÃa también que la otra razón que le atraÃa era que yo siempre insistÃa en invitarle a esa misma ceveza.
- Yo nunca te he visto antes, y jamás te he invitado a nada. Además, no puedes beberte la misma cerveza más de una vez.
- Siempre dices lo mismo - Recuerdo que respondió - Nunca entiendes que eso es sólo según tu punto de vista.
Soy consciente de que bebà demasiado. Creo que yo no hacÃa más que pedir una botella tras otra, mientras la suya parecÃa no acabarse nunca. Aunque puede ser que la memoria me falle, recuerdo nebulosamente que nos marchamos de allà haciendo eses apoyados el uno en el otro, cantándo algo sobre Baco y el vino que, decÃa le habÃa enseñado un tal Catulo ("Aunque ese puñetero vicioso preferÃa a Venus o PrÃapo", me murmuró al oÃdo sin que yo entendiera nada).
Pero, antes de que el alcohol nos derrotara, tuvo tiempo de contarme una infinidad de cosas sobre sus viajes. Dijo que que lo más hermoso de Helena de Troya era su dote, me contó que los dinosaurios no eran tan fieros como los pintan y que algunos tenÃan unos colores francamente ridÃculos, se lamentó de que los cuásares ya no brillaban como al principio, y estuvo horas diciéndome, con lágrimas en los ojos, que los Neanderthales eran una gente muy agradable y que acabaron muriendo todos de pena.
Me contó muchÃsimas cosas de las que quzás te hable otro dÃa por no alargar esto demasiado, y aún de muchas más que ya no recuerdo.
Pero, lo que sà que se me quedó grabado en la memoria es lo que me dijo sobre el fin del Universo cuando, no recuerdo a cuento de qué, le pregunté si lo habÃa visto:
- ¡Claro que he visto el Fin de Todo, el apocalipsis cósmico total, el final del espacio y el tiempo, el Omega definitivo! - Exclamó mientras agitaba peligrosamente la mejor cerveza pilsen de la historia de la humanidad.
- ¿Y cómo fué? Quiero decir: ¿Cómo será? - Yo estaba tan intrigado como borracho.
- Decepcionante.
- ¿Decepcionante?
- Si. Bastante decepcionante.
- ¿Me hablas del Fin del Universo y sólo eres capaz de decir "Bastante decepcionate"?
- Esperaba algo más. Despues de cientos de miles de millones de años para preparar ese momento, yo habrÃa hecho algo un poco más sofisticado. En serio: Será un completo anticlimax.
Me habló de muchas más cosas aquella noche: De DarÃo asediando Babilonia y de un remachador del edificio Chrysler, de dirigibles surcando los cielos y del pastor que estuvo a punto de derrotar al emperador de China. Me contó historias realmente fascinantes que aún hoy dÃa no sé si son ciertas o nó.
Pero la frase que se acabó fijando a fuego en mi memoria fué aquel "Será un completo anticlimax".
No lo recuerdo muy bién. Creo que él insistió, con ademanes de borracho, en pagar mis cervezas. Pero al final fuà yo el que le invitó a él. Despues de todo, solo se habÃa bebido una.