He escrito este post de un tirón, y en un cierto estado de ánimo muy concreto, por lo que encontráras una inusual abundancia de erratas, faltas de ortografÃa, palabras malsonantes y, posiblemente, crÃmenes contra la sintaxis, la semántica y la lógica narrativa.
Te pido disculpas por adelantado.
Nos van a joder.
Y, lo peor de todo, es que les vamos a dejar que lo hagan.
Nos mesamos los cabellos a oÃr hablar del canon que cargan en CDs y fotocopiadoras, cuando ese es el menor de nuestros problemas. El canon es un sÃmbolo identificable y, además, nos duele porque sentimos que ataca a nuestros bolsillos, pero la amenaza es mayor, más insidiosa, y atenta directamente contra nuestras mentes.
Las leyes de propiedad intelectual se han mantenido, desde siempre, en un delicado equilibrio entre los derechos monetarios de sus "propietarios" y los derechos elementales de sus "usuarios".
El mismo párrafo anterior muestra lo que quiero decir. He llamado a unos "propietarios" y a otros "usuarios". Como si la cultura fuese algo de una sola dirección. Como si fuese un objeto de consumo, que sale ya terminado, invariable e inamovible, de una fábrica.
Y, además, he hablado de derechos "nometarios" por un lado, y "fundamentales" por otro. Porque, creo, ese es el verdadero enfrentamiento. Aunque lo hayamos olvidado. Aunque nos hayan lavado el cerebro. Aunque no nos importe.
Las leyes de propiedad intelectual están delicadamente equilibradas (aunque cada vez menos) para permitir el acceso a la cultura a todos, y no sólo a los que puedan pagarla.
No te equivoques, no aceptes lo que algunos intentan hacerte creer. Las leyes de propiedad intelectual no fueron concebidas para proteger a los autores de aquellos que querÃan "copiar" sus obras. Al contrario. Las leyes de porpiedad intelectual se inventaron para defender a la sociedad, a todos nosotros, de los posibles abusos de esos autores. Para garantizar que esos autores no podrÃan obstaculizar el acceso a la cultura.
Porque, aunque se pueda hacer negocio con la cultura, la cultura no es un negocio.
Las sociedades gestoras de derechos gastan presupuestos enteros en campañas publicitarias para hacernos creer que ejercer nuestros derechos es ilegal e inmoral. Esto no es nada nuevo. Llevan haciéndolo desde hace años.
Pasé toda mi infancia creyendo, como una verdad objetiva y admitida por todos, que fotocopiar libros era algo ilegal. Una inmensa cantidad de gente cree aún que fotocopiar libros es ilegal. Haz una encuesta, pregunta a la gente a tu alrededor. La mayorÃa pensará que fotocopiar libros es un delito.
Y no es cierto.
No es que fotocopiar libros no sea ilegal, es que es un derecho protegido por la ley. Las leyes de porpiedad intelectual protegen expresamente tu derecho a fotocopiar libros. Porque se pensaron para ello. Porque tienes derecho a la cultura, aunque no puedas pagarla.
Eso significa que tu puedes ir a una biblioteca, cojer prestado un libro por el que no has pagado nada, fotocopiarlo decenas de veces, y regalar esas copias a tus familares y amigos. La ley protege tu derecho a hacerlo.
Pero las sociedades gestoras de derechos defienden sus intereses, que no tienen por qué coincidir con los de los autores, sus supuestos protegidos, pero sà suelen coincidir con los de editores, productores, etc. Que son los que tienen la pasta. Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Pero nos la han colado. Nos han jodido. Les hemos creÃdo y ahora todos tenemos asimilado que está prohibido. Ya no importa lo que diga la ley, porque nosotros mismos creemos que no podemos hacerlo. Han vuelto a ganar.
Las entidades de gestión de derechos querrÃan que las bibliotecas públicas pagasen por prestar libros, y están llevando a cabo campañas legales con ese objetivo. Es natural y comprensible. Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Esto obligarÃa a las bibliotecas a dedicar sus ya magros ingresos a pagar los libros que más se solicitasen. No podrÃan dedicar ese dinero a ampliar sus fondos.
Si, hoy dÃa, un libro no llega a pasar un més en una librerÃa antes de que lo retiren, al menos le queda el último refugio de la biblioteca. ¿Quién querrÃa arriesgarse a que esos libros se prediesen para siempre? ¿Quién permitirÃa que fuesen extirpados de la cultura?
Pero a las entidades de gestión de derechos no les importan esos libros que "no venden". Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Pero, lo más sorprendente, es que hay escritores que están a favor de esas campañas. Y no hablo de grandes autores de Bests Sellers ni nada de eso. Hay incluso autores "de segunda" que quieren que las bibliotecas deban pagar por los libros que prestan. Que quieren arriesgarse a que sus libros salgan de las bibliotecas.
Sólo se me ocurren dos razones por las que un autor asà puede querer retirar sus libros de las bibliotecas:
La primera es la simple avaricia estúpida.
Avaricia, porque debe ser un autor que prefiera que sus libros sean vendidos a leÃdos. Algo asà como "No me importa que me leais o nó, pero dadme vuestro dinero". Y avaricia de la estúpida, porque todo el mundo sabe que la mejor forma de vender libros es ser conocido (SÃ, es mucho mejor que ser buén escritor).
La segunda posible razón es la consciencia real de que solo se escribe basura.
Porque sólo de este modo se puede decir "Si lees mi libro antes de pagar jamás querrás comprarlo. Prefiero que, para cuando lo conozcas, ya sea tarde para arrepentirte". Pero para tener esta razón hace falta ser burtalmente sincero con uno mismo, de modo que imagino que es más probable la avaricia estúpida que te he comentado antes.
Hasta aquà estoy hablando de libros, porque es lo que más directamente me afecta. Soy "lector" en mucha más medida que "cinéfilo" o "melómano", y me toca más la "fibra sensible". Pero todo lo que he dicho se aplica también al cine y la música.
De hecho, se aplica mucho más. Porque el cine y la música tienen muchos más seguidores, y prohibir copiar discos o pelÃculas afectarÃa a mucha más gente.
Pero, claro. Al tener muchos más seguidores, también son un negocio mucho más jugoso. Realmente es aquà donde quieren tenerlo todo bién agarrado. Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Ahora venden discos con sistemas anticopia, pero desde siempre han tenido pegatinas con ominosos "avisos legales" que prometÃan infiernos en vida a los que copiasen esos discos.
Y, cuando comenzaron a poner aquellas pegatinas, nosostros les permitimos hacerlo. Usando triquiñuelas legales, te decÃan que ejercer tus derechos estaba penado con la carcel. Y les permitimos decirnoslo. Y les creÃmos. Nos la colaron.
Para cuando comenzaron a poner sus sistemas anticopia, ya pensábamos que, simplemente, protegÃan sus derechos. Ya les habÃamos creÃdo. Ya nos habÃan jodido. Incluso aquellos que se sentÃan perjudicados y se mostraban en contra pensaban que las discográficas, simplemente, ponÃan medios para defenderse. Pero lo que estaban haciendo era impedirnos ejercer nuestros derechos. No defendÃan la cultura, sino que la obstaculizaban. Ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Y ahora es internet y los sistemas P2P como el Emule. Este fin de semana và en televisión una noticia vergonzosamente tendenciosa, donde se felicitaban por la detención de quince personas que ganaban cientos de miles de euros distribuyendo pelÃculas por intenet.
Según la nota de Associated Press, la policÃa "cerró 17 páginas de la internet que permitÃan a los usuarios acceder ilegalmente a contenidos musicales, pelÃculas y juegos de vÃdeo".
Vienen a la mente imágenes de policÃas encapuchados entrando repentinamente al nido de vÃvoras mafiosas, lleno de ordenadores, donde llevan a cabo sus criminales acciones.
Y, sin embargo, las páginas cerradas no era más que listas de enlaces de programas P2P, desde donde podÃas acceder a los contenidos que comparten millones de personas en internet. Es como capturar a un hombre por tener una lista de personas que prestan sus libros.
En mi opinión, esta operación es poco más que propagandÃstica. No creo que tengan nada serio con qué acusar a esos detenidos, y ya están libres (y sin fianza) de nuevo.
Pero ya nos han hecho creer que esos detenidos estaba haciendo algo horrible, y nos ha vuelto a machacar con la idea de que internet es un sinestro pozo de corrupción y delito. Nos la han vuelto a colar.
Está en trámite una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, y apuesto a que será más restrictiva para el acceso a la cultura, y protegerá más a las editoriales, productoras, discográficas...
Perderemos, como ya hemos hecho antes, otra cuota de libertad. otro trocito de derechos. Y nos nos daremos cuenta, porque perderemos derechos que ya nos habÃan convencido que no tenÃamos. Y nos la colarán otra vez. Y les dejaremos hacerlo. Como hemos hecho siempre.
Hablarán de "Guerra contra la piraterÃa", y de "Salvar la cultura". Pero ellos quieren ingresos. La cultura no les inporta una mierda.
Pero en una cosa tienen razón. Hahora mismo hay una guerra ahà fuera. Pero la guerra en la que están metidos no es la que nos quieren hacer creer.
Porque son ellos los que han empezado esa guerra. Pero no te engañes. No es una guerra contra la "piraterÃa". No es contra mafias ni contra terroristas.
Ellos han empezado una guerra contra la cultura, contra la sociedad, contra nostros y contra nuestros hijos.
Han empezado una guerra contra el futuro.
Y ellos, los muy hijos de puta, esos cabrones, están ganando.
Esos ladrones a los que la cultura no les importa una mierda nos van a joder.
Y, lo peor de todo, es que les vamos a dejar que lo hagan.