Pintada friki-solidaria en un muro en Tarifa:
Hoy es domingo. Y los domingos no hay posts, que son para el asueto.
(La chica de abajo es obra de Lorenzo di Mauro)
Ayer, hablando con unos amigos, alguien dijo algo asà como "Hoy se cumplen cinco años", con el laconismo (lógico, dadas las circunstancias) que se usa cuando todos sabemos de qué estamos hablando.
Un poco por cierta forma de dignidad, y un poco por pura pedanterÃa, respondà "No. Hoy se cumplen 33 años".
Y hoy venÃa dispuesto a poner aquà un post triste y quejumbroso (en realidad, querÃa haberlo hecho ayer) para mostrar mi frustración ante lo parcial de nuestra memoria.
Pero, otra vez, ha venido el amigo Zifra, maestro en recordar lo que nadie recuerda, para adelantarse a mi queja y atajarla con un post que casi hace que se me salten las lágrimas, y que me hubiera gustado ser capaz de escribir yo.
Porque ayer fué 11 de Septiembre, y en todos los medios de comunicación y corrillos de vecinas se recordaba un quinto aniversario.
Pero nadie parece recordar un vergonzoso trigésimo tercer aniversario, en el que todos los paÃses democráticos prefieron mirar para otro lado, y decidieron que era mejor dejar aniquilar una democracia ante la dictadura de unos militares, a la terrorÃfica visión de que esa democracia fuese socialista.
Tras el bombardeo de la "Casa Rosada", ayer se cumplieron 33 años, Chile acabó en manos de un cabrón con gorra de plato al mando de unos militarotes que, como es norma en casi todas las dictaduras, "salvaron el paÃs" por el expeditivo método de exterminar a los ciudadanos que no querÃan ser "salvados". Hoy dÃa muchos de esos criminales goza de su libertad, riqueza y posición social, mientras que los que sobrevivieron aún no tienen una tumba a la que ir a llorar a sus muertos.
Lo que ocurrió en Chile desde aquel dÃa tiene unos culpables evidentes que siguen hoy dÃa burlándose de sus vÃctimas. Pero tiene otros cómplices en los paÃses que prefirieron apoyar a esos golpistas.
SÃ, soy consciente de que este post me ha quedado un tanto informe y deslabazado. Pero es que son muchas cosas las que quisiera decir con tan pocas palabras. Porque a mà me pasa algo parecido a lo que le ocurre a Zifra:
Quizás. No, quizás, no. Seguro, Es culpa mÃa. Pero cada vez que llega un once de septiembre, no me acuerdo de la fiesta nacional catalana ni de las torres gemelas cayendo en el downtown de Manhattan. Me acuerdo de ti, cabrón miserable, hijo de puta, arruinailusiones. Y tampoco te perdono eso, porque querrÃa olvidarte. Que nunca hubieras existido.
Anoche hubo tormenta en Granada.
Como a cosa asà de las cuatro de la mañana, a Li y a mà no se nos ocurrió otra cosa más inteligente que salir a la calle a ver caer los rayos.
Es una de las ventajas de seguir de vacaciones...
Hoy es domingo. Y los domingos no hay posts, que son para el asueto.
(La chica de arriba es obra de K.O. Munson)