La Gran Tortuga A'Tuin se acerca, nadando lentamente por el golfo interestelar, con los pesados miembros llenos de hidrógeno congelado, la enorme y viejísima concha llena de cráteres de meteoros. Con unos ojos del tamaño de mares, encostrados de lágrimas reumáticas y polvo de asteroides, Él contempla fijamente el Destino.
En una mente más grande que una ciudad, con lentitud geológica, Él piensa sólo en el Peso.
Por supuesto, la mayor parte del peso se debe a Berilia, Tubul, Gran T'Phon y Jerakeen, los cuatro elefantes gigantes sobre cuyos lomos y amplios hombros bronceados por las estrellas descansa el disco del mundo, enguirnaldado por una enorme catarata a lo largo de toda su circunferencia, y cubierto por la bóveda azul pálido del cielo.
(Terry Prachett "El color de la magia")
El más desternillante de los mundos de ese género conocido como de "espada y brujería" es el del Mundodisco, traido a la existencia por obra y gracias de Terry Prachett.
Un lugar donde la Muerte da un trato personalizado a sus "clientes", habla en mayúsculas, e intenta (infructuosamente) hacer más agradable ese momento:
"Mi abuela dice que morir es como ir a dormir", añadió Mort, con una cierta esperanza. NO TE SABRÍA DECIR. NO HE HECHO NINGUNA DE LAS DOS COSAS.
Un lugar donde la mayor biblioteca mágica del universo está administrada por un orangután (que considera una gran ventaja en su labor tener cuatro pulgares oponibles y que arrancará los brazos a cualquiera que le llame "mono"):
"Ook".
Un lugar donde los dioses luchan dedes hace eones con los gigantes de hielo, porque no les han devuelto el cortacesped que les prestaron:
"-Cuando alguien se ha tomado unas cuantas copas, a veces nos ponemos a hablar del asunto. Especulaciones cósmicas acerca de si los dioses realmente existen, ya sabe. Y de pronto un rayo con una nota enrollada alrededor en la que pone «Sí, existimos» atraviesa el techo, y del tipo con el que estabas hablando ya sólo quedan un par de sandalias humeantes".
Un lugar donde las leyes de la naturaleza son sutilmente distintas a las nuestras:
"Las posibilidades de una contra un millón salen bien nueve de cada diez veces".
Un lugar con su propia ecología de animales exóticos:
"El vermín es un pariente blanco y negro del lemming, que se encuentra en las frías regiones ejeñas. Su piel es rara y muy valiosa, sobre todo para el mismo vermín; el bastardo egoísta hará cualquier cosa antes que soltarla".
Y un lugar donde la magia es mucho más común de lo que a la mayoría de sus habitantes les gustaría:
"El Taumo es la unidad básica de fuerza mágica. Se ha establecido universalmente como la cantidad de magia necesaria para crear una paloma pequeña o tres bolas de billar de tamaño normal".
En serio, de verdad, creeme: La del Mundodisco es es, probablemente, la sere más divertida que yo haya leido. La recomiendo encarecidamente.
Por si tienes interés, estos son los título que, hasta ahora, se ha publicado en español:
El color de la magia
La luz fantastica
Ritos iguales
Mort
Rechicero
Brujerías
Pirómides
¡Guardias! ¡Guardias!
Imágenes en acción
El Segador
Brujas de Viaje
Dioses Menores
Lores y Damas
Hombres de armas
El país del fin del mundo
Hala, a buscarlos por ahí y a leerlos.
Una de las noticias que han saltado este fin de semana es la que dice que Jessica Lynch, la heroina de Irak, está a punto de publicar su biografía.
En esta biografía se descubren dos cosas: La primera (y la que aparece los titulares), que Jessica fué violada. Ella dice no recordarlo, pero su biógrafo se ampara en ciertos informes médicos.
La segunda cosa que se descubre es algo que todos sabíamos (menos, al parecer los periodistas que han publicado la noticia este fin de semana): Que toda su leyenda fué un montaje del pentágono.
Una cierta vanidad me azora al pensar que la prensa publica ahora como una novedad aquello que yo relaté en mayo. ¿Es que yo contaba con información reservada? ¿Estaban los periodistas mal informados? ¿O quizás ellos conocían la otra versión, pero no tenían interes en publicarla?
Apuesto a que aún no hemos terminado de saberlo todo...
La noche del pasado jueves comencé a sentirme muy mareado. Esto me obligó a hacer una especie de dramática huida "perdonad pero me estoy poniendo muy malito..." y correr a mi cama.
El viernes, entre toses y dolor de cabeza, pasé un día infernal en la oficina. Ya no cabía duda: he pillado la gripe.
De modo que he estado prácticamente todo el fin de semana metido en la cama, alimentándome a base de caldo de pollo, y teniendo sueños surrealistas por culpa de la fiebre.
Hoy lunes, la fiebre parece haber remitido. La cabeza me duele como un tambor de Calanda, y en esta maldita oficina no no hay ni una aspirina.
Si ayer pasé la mitad de la noche hablando de teología...
Si esta mañana he llegado tarde al trabajo...
Si, cuando he llegado, mi cara parecía la de un cadaver con indigestión...
Si llevo una hora atrancado en la misma línea de código...
Si apenas puedo concentrarme para escribir este párrafo...
Entonces, la cosa algodonosa que se mueve en mi cabeza debe ser, otra vez, resaca.
Que conste que la culpa no es mía: Solo soy una pobre víctima arrastrada por las circunstancias. Más o menos.
El caso es que no bebí tanto. Desde que dejé las copas y me pasé a la dieta exclusiva de cerveza, parece que aguanto menos los efectos de la formulilla CH3-CH2-OH. Habrá que moderarse.
Y ¿Sabes? La conversación de anoche (salvando la parte teológica) mereció la pena.
La música que hace la gente de La Mundial parece bastante adecuada para mi delicado estado neuronal: Una especie de ritmo funk o así, bastante relajado y sin estridencias. La cosa es no subir demasiado el volumen.
Sobre este grupo: Ya lo conocía de haberlo visto "anunciado" en Yonkis, pero no había intentado bajarme nada de ellos. La cosa es que son una gente que compone, toca, edita, y libera su música. O sea, que la regala. que te la puedes bajar sin pagar un duro.
Ok. Ya lo sé. Te puedes bajar la música de cualquiera sin pagar un duro. Pero es que los de la Mundial quieren que lo hagas.
El caso es que, el otro día, blogeando por ahí, me encontré un debate en el que se les trataba de bocazas, capullos, etc.
Y esa fué razón suficiente para que me picara la curiosidad y me bajara una cancioncilla suya. Y después me bajé las demás. Y suenan muy bién.
Y como me han gustado y me han acompañado en este difícil momento de resaca, escribo esto aquí y, además, les hago un huequecito en mis banners.
Lo último que he leido:
"Rubaiyat", de Omar Khayyam.
El tal Omar fué un señor barbudo que vivió (y bebió) en Persia en torno al año 1.100, que fué matemático, astrónomo y, si hemos de creer lo que él mismo dice, borracho.
Y entre copa y copa de vino, a lo mejor le daba la inspiración y escribía una rubai. Las rubaiyat (que es el plural de rubai, fíjate que cosas) son unas cuartetas que, según dicen los que saben, son típicas de Persia.
Y el que quiera saber más, que lo busque en Google, que bastante pedante me he puesto ya.
Por cierto, en la Unversidad Nacional de San Luis tienes una versión en PDF, que te puedes descargar, de las Rubaiyat. Todo son facilidades.
Pongo aquí tres rubaiyat de las que más me han gustado, para que te hagas una idea: A disfrutarlas.
Más allá de los límites de la Tierra, más allá del límite Infinito,
buscaba yo el Cielo y el Infierno.
Pero una voz grave me advirtió:
"El Cielo y el Infierno están en ti."
Mi nacimiento no trajo al mundo provecho alguno.
Mi muerte no disminuirá ni su esplendor ni su grandeza.
Nadie pudo jamás explicarme porque he venido
ni porque me iré.
El vasto mundo: un grano de polvo en el espacio.
La vana ciencia de los hombres: palabras.
Los pueblos, las bestias y las flores de los siete climas: sombras.
El fruto de tu continua meditación: nada.