Psicofonías

(algo así como el blog de Psicobyte)

Ciencia y religion

He recibido varias copias del texto que sigue de amigos y desconocidos que, basándose en cierta semejanza estilística con el post de matrimonio y católicos, pensaban que podría interesarme. Algunos, incluso, me preguntaban si yo era también el autor de este.

No, no soy su autor (aunque me hubiera gustado) ni tengo nada que ver con él. El texto, como suele ocurrir con estas cosas, se ha propagado por toda la red, y se puede encontrar en multitud de blogs. He estado googleando un poco a ver si lo localizaba, y parece que la versión más antigua (de la que copio la que te pongo abajo) está firmada por un tal Jose Mª Rosell Tous (pero no sé si en calidad de autor o de editor), en Rebelion.org (He llegado a él gracias al blog de Akin. Si alguien tiene alguna otra pista, sería muy interesante conocerla).

Somos un grupo de docentes de todos los niveles educativos que estamos muy preocupados por el bajo nivel cultural en nuestra sociedad, los altos índices de fracaso escolar y la proliferación de telebasura.

Para salir de esta situación queremos traspasar los muros de las escuelas, los institutos y las universidades, llevando la cultura y la educación a ámbitos en los que hasta la fecha hemos estado ausentes, en los que nuestra dejadez ha privado a muchos ciudadanos del derecho universal a la cultura.

Como primer paso, queremos llegar a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para que nos cedan un diez por ciento del tiempo de las misas con el fin de que profesores especialistas en las distintas disciplinas puedan llegar más fácilmente a los creyentes mediante breves intervenciones didácticas.

Estamos estudiando cuál sería el momento idóneo para insertar en las misas contenidos científicos y culturales, tal vez inmediatamente después de la consagración o justo antes del padre nuestro.

Está claro que algunos feligreses podrían, con razón, objetar que ellos no tienen porqué aumentar sus conocimientos ni su cultura, ya que acuden a misa con el sólo fin de orar y escuchar la palabra de Dios.

Para solucionar este problema, y aunque pudiera parecer inconstitucional, a la entrada a la Iglesia les haríamos rellenar un formulario para que manifestaran su preferencia por la religión o la cultura.

Una vez identificadas estas personas, podrían abandonar en el momento adecuado la nave principal de la Iglesia y reunirse en las capillas laterales, la cripta o el salón parroquial. Con el fin de evitar agravios, estas personas podrían recibir durante ese rato charlas de carácter no cultural ni educativo pero muy relacionadas con los contenidos que se estén impartiendo en ese momento al resto de los fieles desde el altar.

Por ejemplo, los feligreses que no quieran repasar la tabla periódica, estudiarán los efectos perniciosos de los colorantes alimentarios, los que no quieran hacer ejercicios de educación física podrán ver un documental sobre la obesidad, y los que no quieran repasar los verbos irregulares ingleses podrían estudiar estadísticas sobre la importancia de hablar idiomas en el mundo moderno.

Los obispos nos han adelantado que no habría problema en computar el tiempo de cualquiera de estas actividades como tiempo equiparable al dedicado a escuchar la palabra de Dios, a la oración, a la contemplación, la penitencia o a la caridad y en ningún caso podrá discriminarse el acceso a la salvación eterna a los fieles en razón a sus preferencias religiosas o educativas.

Tampoco han puesto la más mínima objeción a la aparente contradicción derivada de que el contenido de las misas esté basado en la fe y las creencias, en contraste con la naturaleza científica y académica de los contenidos que habitualmente impartimos en las aulas.

En un primer momento, las clases se impartirían sólo durante las misas obligatorias de los domingos y fiestas de guardar, para más adelante extenderse a otros actos religiosos de asistencia no obligatoria como bautizos, bodas, comuniones, funerales, ejercicios espirituales, ordenaciones sacerdotales e incluso ceremonias de canonización o beatificación.

Pero, ¿de dónde saldría el dinero para pagar al profesorado que trabaje los domingos?. Sin duda alguna de los donativos que los fieles depositan en los cepillos, del porcentaje de impuestos destinados al sostenimiento de la Iglesia Católica o, en general, de los presupuestos de la Iglesia.

Para garantizar la calidad de las enseñanzas impartidas, nuestra asociación gestionaría directamente el dinero aportado por la Iglesia y con él contrataría a profesores de sólida formación pedagógica y científica que se encargarían de impartir las clases durante las misas.

Naturalmente, dado el carácter eminentemente laico de las clases, no dudaríamos en despedir fulminantemente a aquellos profesores que no mantuvieran una coherencia laica entre su vida profesional y personal haciendo cosas como casarse por la iglesia, acudir a misa semanalmente o participar en cualquier tipo de actos religiosos.

Finalmente, llevaremos nuestras negociaciones hasta el mismo Vaticano, con cuyas autoridades firmaríamos un Concordato que garantizara la continuidad de nuestra noble tarea docente en las iglesias durante los años venideros.

Ahí queda eso.

Comentarios

[28 de Noviembre de 2005 a las 13:58] 3nd3r
rebelion.org tiene sus momentos :D
[28 de Noviembre de 2005 a las 14:03] eljose
Muy bueno. Prefiero el tuyo, pero este también tiene ese puntito de mala leche. Me gusta.
A ver si algún día vemos una sociedad que sepa separar la velocidad del tocino.
[28 de Noviembre de 2005 a las 16:15] Dani
Os pido ayuda a todos, mi profesora de Dcho Canónico me ha pedido que demuestre que la Iglesia recibe más dinero de lo que aporta al Estado Español... ayuda!
[28 de Noviembre de 2005 a las 16:22] ErPepe
Dani, dile a tu profesora que demuestre ella que no es lesbiana.
[28 de Noviembre de 2005 a las 17:22] FC
Estoy de acuerdo con ErPepe, la iglesia recibe dinero, luego que demuestre que se lo gasta bien, y no, es un decir, en Gescartera.
[28 de Noviembre de 2005 a las 18:51] Dani
jajaja joer, si vieseis la k he montado hoy en clase... en princpio salí al estrado para explicar la ley canónica, y al cabo de un rato la profesora me pregunta (esto fue tal cual eh?):
(prof)-a tí parece que no te gusta mucho el canónico
(yo)-no, a mi lo que no me gusta nada es la Iglesia
(prof)-eres muy radical no? y pq no te gusta?
(yo)-pq considero que ha hecho mucho daño a la sociedad española, y lo sigue haciendo.
(...)
(profe)- tb estarás en contra de mi no? (dicho en broma, k la profesora es wena gente)
(yo)- contra usted no tengo nada, y contra la asignatura tampoco, pero sí con que sea obligatoria, no entiendo como el Derecho Canónico no es alternativa.
(prof)- si de ti dependiese iba a tener yo trabajo enseguida (entre risas)
[15 de Diciembre de 2005 a las 10:32] Anónima
Bueno se ve que no soy la única que pensaba que el texto te podría interesar y que podrías haberlo escrito tú.

Pero también está claro que no fui la más rápida en pensarlo, siento habértelo vuelto a manda por correo 15 días más tarde.

Es lo que tiene leer los blogs a salto de mata, que se le pasan a una entradas :(

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