Hace unos 35.000 años, los mamuts se paseaban tan felices por los arededores de lo que mucho después serÃa Granada.
Pero, como lo bueno nunca dura demasiado, se les acabó la glaciación y decidieron que hacÃa demasiado calor y que lo mejor serÃa irse a tierras más nórdicas, que allà seguro que estaban más cómodos.
Y se fueron.
Pero, esta semana pasada, se han planteado muy seriamente volver por aquÃ. Visto lo visto.