23 de Agosto de 1944. El 60º Escuadrón de la RAF, en misión de reconocimiento, toma esta fotografía cerca de la cuidad de Oswiecim, en Polonia, a unos 60 km al sudoeste de Cracovia.
Junto a un edificio, a la derecha de la imagen, puede verse una gran coluna de humo saliendo de unas fosas cavadas en el suelo.
No parece una imagen demasiado impresionante ¿verdad?.
Eso es porque una imagen, por sí sola, dice menos que unas pocas palabras:
Si no te suena la cuidad de Oswiecim, quizás la conozcas por su nombre alemán: Auschwitz.
En Agosto de 1944, los cuatro krema del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau no daban abasto para incinerar el ingente número de cadáveres que salían de las cámaras de gas.
El 23 de Agosto de 1944, muchos de ellos estaban siendo quemados en fosas detrás del edificio del krema cinco.
No hay mucho más que decir.
Si, atendiendo a su aspecto, has pensado que los tipos retratados arriba son los psicópatas más buscados, te equivocas.
Ese conjunto de tipos malencarados, que solo tienen en común haber muerto un dos de Febrero (y el estar muertos, claro), son los siguientes (de izquierda a derecha):
(7/2/1824 - 2/2/1907)
Sin duda sabes lo que es la Tabla periódica de los elementos químicos (Tabla periódica para los amigos).
Pues este tipo fué el que la inventó: Consiguió ordenar los elementos según sus propiedades y llegó a describir las propiedades de algunos que aún no se habían descubierto.
(23/11/1887 - 2/2/1969)
William Henry Pratt (ese es su nombre real) es el que más se acerca a lo de psicópata más buscado. No porque lo fuera, sino porque es, probablemente el actor de terror más famoso de la historia (Vale, después de Bela Lugosi). ¿Te acuerdas del monstruo Frankenstein o del malvado Fu_Manchú? Era él.
En realidad no es santo de mi devoción, pero sé que a mi amigo Bussy le vá a hacer ilusión verlo aquí.
(18/5/1872 - 2/2/1970)
Filósofo y matemático, tiene además un Nobel de literatura (el de 1950). Contribuyó a derribar los fundamentos de la matemática y a construirla sobre otros nuevos. Ayudó a desarrollar (y a entender) la entonces recién nacida Teoría de la Relatividad y, precisamente junto con Einstein, fué un conocido pacifista y opositor a la Bomba.
6/5/1928 -2/2/1987)
Pintor (sobre todo) y cineasta (algo menos). Además de tener el honor de formar parte de mi iconografía personal fué, con su taller "The Factory" como templo, el padre y sumo sacerdote del Pop-Art.
Me encanta cómo escribe Ursula K. Le Guin.
La conocí como autora de fantasía, con la entonces trilogía de Terramar.
Pero luego empecé a encontrarme con algunos relatos suyos de Ciencia Ficción, y ví que ese era el género para el que ella había nacido.
Soy un apasionado fanático de todas sus novelas del "Ciclo del ansible", incluso con sus altibajos (La Ciudad de las Ilusiones es más flojilla, La Mano Izquierda de la Oscuridad es simplemente genial).
Y Los Desposeídos es una novela de la Ursula y del universo del ansible.
Me gusta que un autor de Ciencia Ficción invente sociedades distintas a las nuestras y experiemente con ellas, y Ursula lo hace.
Pero, además, es que esta novela habla de un planeta habitado por anarquistas.
Y yo que, además de leer todas las utopías y distopías que puedo encontrar, tengo cierta tendencia ácrata, no tenía más remedio que leer esto.
Y me gustó.
A la Ursula siempre le ha gustado inventar sociedades complejas y trastocar roles sociales (sobre todo los sexuales), hasta que esas relacciones se convierten en la verdadera novela, pero sin caer para nada en personajes planos o arquetípicos. Al contrario: Es uno de los autores del género que más profundidad y complejidad dán a sus personajes.
La historia está bién contada, y presenta, a través del viaje de su protagonista, un sitema planetario binario con sus dos mundos ideológicamente enfrentados: Anarres, el mundo anarquista y Urras, donde viven los propietarios (Es decir, una sociedad de libre mercado bastante parecida a la nuestra).
La sociedad en Anarres parece (en mi opinión) inspirada en las experiencias que se dieron en España durante la guerra civil, aunque aquí Ursula hace algunas "trampas", como introducir algunas estructuras centralizadas, para dar algo más de tensión al aspecto social.
En definitiva, una novela de Ciencia Ficción donde vas a encontrar un poquito de crítica social, lucha interior entre individualismo y solidaridad, personajes tangibles y creibles, y una prosa que es casi poesía.
Muy recomendable.
Este libro tiene una interesante precuela, en forma de cuento corto, que puedes descargar aquí mismo: El Dia Antes De La Revolución.
Todo el mundo tiene a veces la misma ensoñación:
Dejarlo todo, olvidar la monotonía de la vida cotidiana, liarse la manta a la cabeza y abandonar todo eso que asumimos como importante, pero que en el fondo sentimos que no lo es tanto.
En definitiva, huir de nosotros mismos, y ser libres.
Sin planear nada, sin prever nada, solo tú y el momento, bebiendo la frescura de cada segundo, descubriendo lo que hay más allá del tedio, del estrés, de la desesperación de sentirse encerrado, de la opresión de uno mismo.
Pero entonces despiertas, y empieza un nuevo día.
Un día indistinguible de ayer.
Truffaut, Zhang Yimou o George Lucas. No importa. Pero tiene que ser con la bolsa de palomitas más grande que exista, y con un refresco de similar envergadura. Creo que los auténticos cinéfilos llaman (despectivamente) a la gente como yó "masa palomitera".
Ni champagne, ni cava, ni exquisiteces enológicas de ninguna clase: Lo mío es la tradicional cerveza, dorada, cristalina, espumosa, refrescante.
Olvídate de hacer cola ante discotecas super super fashion con gorila malencarado en la puerta. Quiero estar acodado en la barra de mi garito y escuchar cómo los borrachos de al lado solucionan los problemas del mundo.
Abajo las cafeterías de lujo, con barrocas estatuas dorados sosteniendo las lámparas y querubines pintados en el techo. Prefiero escuchar el grito de locomotora de la máquina de café y la repetitiva música de la tragaperras que está siendo acosada por un paisano.
Nada de restaurantes de cientoventiseis tenedores, nouvelle cuisine, ni delicias de colibrí en salsa de arándanos recién recolectados. Soy mucho más feliz en la combinación bar-y-bocata.
Arranquemos los cocodrilos de sus polos, muerte a las corbatas, vamos a quemar esas camisetas con logotipos grandes como vallas publicitarias. Me quedo con el viejo jersey de lana que tejió mi madre y con mi ropa de segunda mano.
No quiero hoteles con una constelación de estrellas sobre la puerta ni viajes cargados de maletas. Me gustan mi mochila, mi saco de dormir, mi tienda de campaña, y un albergue barato.
El golf es aburrido, y el tenis muy cansado. Es mucho mejor el futbolín y, a veces, darle patadas a un bote mientras caminas por la calle.
Nunca podré ser rico. No me sale.
Tengo alma de proletario.