Psicofonías

(algo así como el blog de Psicobyte)

Cuando el sabio señala la luna

Cuando el sabio (o el que dice ser sabio, o el que parece ser sabio, o el que podría ser sabio pero también podría no serlo) señala la luna, lo mejor que puedes hacer es mirar atentamente a su dedo.

Y preguntarte a quién sirve ese dedo, qué pretende al señalar a la luna, si no estará desviando tu atención y, ya que estás mirando dedos, no sería mala idea echarle un ojo a la otra mano; no vaya a ser que esté, por ejemplo, en tu bolsillo.

Y, sobre todo, pregúntale por qué alguien que dice ser sabio está ahí de pie, señalando a la luna como un tonto.

Kedada

Hace doce años que no se avisa de una kedada desde este blog.

Dado que una situación así es insostenible y requiere de una enmienda pronta y rigurosa, y dado también que Campanilla ha decidido que lo que debe hacerse debe hacerse y ha procedido a organizar la tan ansiada kedada, declaro en este acto oficialmente convocada la:

"I Piononos and Twitter o Discord o lo que se lleve ahora"

De este modo, por medio de este acto performativo del habla, quedas advertido de los siguientes hechos objetivos e incontestables:

Hay una invitación a una kedada que te incluye a tí personalmente, si bien de modo implícito.

La susodicha quedada hasta ahora existe en un estado de potencialidad, ya que está ubicada en un momento del futuro, pero se desarrollará de forma efectiva como una realidad factual el próximo viernes quince de febrero a las siete de la tarde, según el actual horario ofical de la península.

Las coordenadas espaciales que complementan a la ubicación en el continuo temporal se ubican en un punto De la cuidad de Granada, en el Centro Comercial Neptuno, en un establecimiento Bar/Cafetería denominado por el adecuado nombre de "De boca en boca" (adecuado para una kedada sobre redes sociales y tal, se entiende).

En resumen:

Hay Kedada.

Es este viernes 15 de Febrero, a las 19:00.

En la cafetería "De boca en boca", en el Centro Comercial Neptuno.

Pásate sin dudarlo.

Si alguien hace un grupo de facebook para la kedada o algo de eso, lo avisaré por aquí.
Actualización: Aquí está el prometido grupo de facebook.

Cosas sorprendentes que descubren los liberales

El inesperado efecto de los sindicatos

Hace unos meses Bloobmerg publicaba que, contra todo pronóstico, parece que los sindicatos son buenos para los trabajadores.

El medio de información financiera ha descubierto que los sindicatos podrían no ser tan malos para los trabajadores como pensaban "los economistas" (no termina de aclarar qué economistas), y que la actividad sindical, a despecho de lo que afirma el "paradigma estándar de la teoría económica moderna", podría ayudar a cosas tan sorprendentes como subir los salarios o reducir las desigualdades.

Supongo que es un descubrimiento que puede llegar a resultar sorprendente, pero sólo si haces un deliberado esfuerzo por ignorar toda la historia desde siglo XIX.

Enhorabuena, creo.

Si esto no fuera suficiente sorpresa, Bloomberg nos advierte también que entre las virtudes de los sindicatos está también el del de servir como posible vacuna contra el socialismo, ese peligro que se extiende entre la juventud Estados Unidos.

Estos liberales deben estar locos.

Adivina a quién no le importa tu empleo

Por otro lado, el New York Times ha mandado a un experto al foro mundial de Davos, para que pueda contarnos de qué hablan las élites económicas.

Y resulta que, gracias a que ha asistido atentamente a las reuniones y conferencias de ese foro económico mundial, ha descubierto que "muchos de nuestros jefes quieren que las máquinas nos reemplacen lo antes posible".

En serio.

Resulta que, a pesar de que en público reconocen los grandes problemas sociales y económicos derivados de la mecanización y el uso de la inteligencia artificial en un contexto capitalista, en privado declaran estar metidos en una carrera para reemplazar a sus trabajadores antes de que se les adelanten sus competidores.

En un sorprendente giro de guión, los empresarios prefieren obtener beneficios aunque eso implique despedir gente. ¿Quién podía esperárselo?

¡Que escándalo! ¡Que escándalo!

El New York Times cita a Erik Brynjolfsson, director de la Iniciativa para la Economía Digital del M.I.T. que afirma lo siguiente:

La elección no está entre la automatización y la no automatización, es entre si se utiliza la tecnología de una manera que crea prosperidad compartida o una mayor concentración de la riqueza.

¿Enriquecerse o compartir la prosperidad? Probablemente no haga falta un experto en "paradigma estándar de la teoría económica moderna" para adivinar qué opción elegirán los empresarios.

Quizás en Bloomberg lo descubran dentro de cien años.

La izquierda ridícula y los billetes de 500

En 2011 Izquierda Unida lanzó otra de esas propuestas ridículas que demuestran que la izquierda no sabe de economía, que sólo propone tonterías, y que no tiene ni idea de lo que habla.

La idea era retirar de la circulación los billetes de 500 Euros para así hacer aflorar el fraude fiscal que se ocultaba por medio de ellos, principalmente aquellos inscritos en la burbuja inmobiliaria en la que habíamos estado metidos hasta 2008.

Dicho brevemente: El principal uso de los billetes de 500 euros es hacer transacciones en dinero negro fruto de actividades delictivas. Especialmente aquellas relacionadas con la especulación inmobiliaria. Retirar los billetes obligaría a sus poseedores a pasar por el banco para cambiarlos, haciendo aflorar todo ese dinero oculto.

A muchos expertos liberal-conservadores, comentaristas políticamente incorrectos, tertulianos profesionales y, en general, señores de derechas, les pareció una idea de la más divertida, símbolo del desapego de la realidad de este partido.

Como se puede ver en los comentarios a la noticia en El Mundo, el cachondeo ante la ocurrencia era general:

Esta gente..... siempre con los pies en el suelo y proponiendo cosas interesantes. Da gana de botarles.
La verdad es que son pateticos, pero lo curioso es que aun habra algun despistado que los vote jajajajajajaja
Pero de dónde c.... sacamos a nuestros polítcos? Son demenciales

No contentos con el ridículo conseguido, en 2014 los de Izquierda Unida insistieron en llevar su propuesta al congreso.

La apostilla final de la noticia en La Gaceta es bastante descriptiva:

[...] la cuestión que habría que plantearse es el por qué aumenta el fraude fiscal, y si la mejor forma de combatirlo no sería bajando impuestos en lugar de cerrar el paso a billetes de tan gran magnitud.

Pero no todo era ridículo y vergüenza porque, en 2013, Rubalcaba se mostraba a favor de la ocurrencia durante un coloquio y, por fin, en 2016 el BCE (que hasta 2013 estaba totalmente en contra de la medida) anunció la retirada de los dichosos billetes para 2019.

En tan solo ocho años lo que al principio era otra tontería de la izquierda se ha convertido en un astuto plan del BCE para atajar el delito.

Así que, a partir de este año, los billetes de 500 euros se comenzarán a retirar de la circulación.

¿Qué ha pasado en los ocho años que van entre 2011 y 2019? ¿Qué ha cambiado desde la ridícula propuesta de Izquierda Unida hasta la inteligente maniobra del BCE?

Pues, para empezar, y pasando por alto la inconstitucional amnistía fiscal que aprobó el gobierno del partido popular, lo que ha pasado es que todos los delitos fiscales que se perpetraron durante la burbuja inmobiliaria han prescrito.

Todos los especuladores inmobiliarios que eran el principal objetivo de la medida se irán de rositas.

Ahora reíros de las ridículas propuestas de esos "patéticos" de la izquierda.

Fascistas por todas partes

El periodista y escritor Jesus Lens (al que conozco personalmente y que me cae estupendamente) ha escrito en su blog (creo que se ha publicado también en el periódico Ideal) un artículo titulado "El auténtico fascismo" que deberías leer. De hecho, deberías leerlo ahora. Yo te espero aquí.

Dice Jesús Lens que hemos usado tanto la palabra "fascista" para referirnos a todo lo que no nos gustaba, que ha acabado perdiendo el sentido, de modo que, cuando aparece un verdadero partido fascista como Vox, ya no sabemos cómo reaccionar ante él.

Fascistas Everywhere

No es el primero que lo afirma, y sin duda no será el último. De hecho, es algo que se menciona tan a menudo que seguramente debe ser verdad.

¿Que un partido defiende la mano dura contra la inmigración o promueve leyes contra la libertad de manifestación o expresión? Los etiquetamos de fascistas.

¿Que la policía tortura presos, disuelve manifestaciones con violencia o inventa acusaciones contra anarquistas? Fascistas.

¿Que viejos militares firman un manifiesto a favor de Franco? Otra vez el sambenito de fascistas.

¿Que una asociación sostiene posturas revisionistas sobre el franquismo? Más fascistas.

¿Que un escritor defiende el fascismo? Otro que acusamos de fascista.

Es que parece que vemos fascistas en todas partes.

En el 36 era fácil: Los militares que traicionaron su juramento y se alzaron en un golpe de estado (y, al fallar este, en una guerra) en contra de España eran los fascistas. Naturalmente, los partidos políticos en los que se materializó este golpe (la "Falange Española Tradicionalista" y las "Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista") y sus miembros eran también fascistas.

Es cierto que quizás fuera forzar un poco el lenguaje, pero también se calificó como fascistas a los que se aliaron con ellos de forma más o menos activa: Los grupos políticos cristianos y conservadores, grandes sectores de la burguesía, terratenientes, importantes empresarios o la iglesia.

Tras ganar la guerra, la cosa tampoco era muy complicada: Todas las estructuras políticas, administrativas y sociales fueron férreamente centralizadas en torno a Falange y las JONS en una estructura de tipo fascista llamada "Movimiento Nacional".

Oficialmente, ningún español era antifascista. Al menos, ningún español vivo. Toda España estaba regida por el Movimiento; todo responsable político tenía que jurar los "principios del Movimiento"; todo el que quería optar a un cargo público, docente, un puesto de funcionario, etc debía demostrar su fidelidad al Movimiento; toda actividad política o social estaba supervisada por las autoridades del Movimiento; toda la máquina de represión política estaba bajo el control del Movimiento.

El propio estado fascista, materializado en el Movimiento, se ocupaba de identificar claramente quién era fascista y quién no.

Pero, a la muerte de Franco, con la Transición, la cosa cambió de pronto.

De la noche a la mañana, una gran cantidad de importantes y reconocidos fascistas se transformaron repentinamente en demócratas de toda la vida.

Personalidades del franquismo tan poco sospechosas de oponerse al fascismo como el príncipe Juan Carlos (que había sido nombrado por el propio dictador como su sucesor) o el mismísimo ministro-secretario general del Movimiento se convirtieron en símbolos vivientes de la naciente democracia.

Fascistas Everywhere

Incluso las personalidades del franquismo que se oponían a esa transición o que abogaban abiertamente por limitar la democracia, formaron sus propios partidos políticos democráticos.

Ministros del movimiento, artífices de la represión fascista, enemigos declarados de la democracia, opositores a las libertades, defensores de la dictadura... Todos encontraron acomodo en el sistema de partidos. Todos eran demócratas.

De pronto, un montón de gente que hasta entonces se había autodenominado fascista orgullosamente dejó de serlo. Fascista se había convertido en un insulto, algo terriblemente ofensivo. Nadie era fascista. Ahora todos eran demócratas de toda la vida.

Fascistas Everywhere

Por supuesto, esto no sólo le ocurrió a políticos y otras personalidades; todo un segmento sociológico sufrió esa mutación de fascista a demócrata de toda la vida.

Pero eso no significaba necesariamente que hubiesen cambiado sus ideas o sus inclinaciones políticas.

En muchos casos seguían manteniendo exactamente las mismas opiniones sobre la patria, los extranjeros, las mujeres, la autoridad, la república, la religión, la historia, los inmigrantes, las comunidades autónomas, la lengua, la izquierda, la monarquía y un sinfín de cuestiones que siempre habían estado en el ideario fascista nacional.

Lo único que había cambiado en su mapa mental era el término "fascista", que ya no se podía emplear, al menos en público.

Y, para acabar de liar la cosa, los fascistas que ahora eran demócratas de toda la vida estaban acompañados de muchos otros que, sin llegar a comulgar con todo el ideario del Movimiento, sí coincidían con este en muchos puntos.

Y así llegamos a la actualidad, en la que no hay fascistas en España, sino que todos son demócratas de toda la vida. Incluso cuando coinciden en todo o parte con el ideario, actitudes u opiniones fascistas.

Fascistas Everywhere

Incluso cuando afirman que la inmigración es una "invasión", son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando se niegan a desenterrar a las víctimas del franquismo, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando se oponen a eliminar monumentos fascistas, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando participan en homenajes a Franco, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando dicen que con Franco esto no pasaba, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando tienen actitudes racistas, machistas o xenófobas, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando defienden posturas revisionistas, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando evitan rechazar el fascismo, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando sugieren ocupar militarmente Cataluña, Euskadi, o lo que sea, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando se oponen a sacar al dictador de su mausoleo, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando dicen que los fascistas tienen razón, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando afirman que los españoles asesinados por los fascistas se lo metecían, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando se oponen a acoger refugiados porque "no hay sitio", son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando rinden honores a criminales fascistas, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando organizan grupos terroristas parapoliciales que asesinan y torturan, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando evitan llamar fascistas a los fascistas, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando hablan de patriotismo, orgullo y grandeza nacional, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando disuelven manifestaciones a hostias, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando se oponen a investigar los crímenes del fascismo, son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando piensan que "los españoles primero", son demócratas de toda la vida.

Incluso cuando son indistinguibles de los fascistas, son demócratas de toda la vida.

Y ahora aparece Vox, que sí que son fascistas de verdad y no demócratas de toda la vida, y nos encontramos con que la palabra "fascista" ya está muy usada. Porque la hemos gastado aplicándola a todo aquel que se mostraba "xenófobo y racista, ultranacionalista y belicoso"; aunque fuera un demócrata de toda la vida.

Al parecer, la palabra está tan gastada que el líder de un partido demócrata de toda la vida se niega a definir a Vox como de extrema derecha (no hablemos ya de fascista) e incluso afirma que tiene una "excelente relación" con su presidente y fundador y que respeta y "comparte" algunos de sus principios.

Tanto "respeta y comparte" esos principio que la mayor diferencia ideológica que se le ha ocurrido mencionar es la estructura de las autonomías (Los fascistas quieren eliminarlas, los demócratas de toda la vida no). Si el propio líder de un partido democrático no encuentra diferencias más fundamentales entre un partido fascista y el suyo, no parece justo exigirles a los demás que hilen más fino.

La palabra está tan gastada que la prensa prefiere no utilizarla: Un ejemplo es este editorial en El Mundo que prefiere usar la palabra "populista" para hablar de Vox, al tiempo que contemporiza con el diagnóstico que hace ese partido del "problema territorial" (aunque no con su solución).

Así que sí, quizás sea cierto. Quizás hemos abusado de la palabra. Quizás hace tiempo que confundimos a fascistas con no fascistas. Pero me atrevería a decir que no es culpa nuestra.

Es que, durante todos estos años, a menudo ha sido bastante difícil distinguirlos.

PPCMS 2022